Entra en calor con la conciencia tranquila con nuestra manta de espiga, confeccionada con una mezcla sostenible de 50% de lana reciclada y 50% de lana de cordero.
Con unas medidas de 130×180 cm, esta manta es la combinación perfecta de comodidad, estilo y conciencia medioambiental.
La lana reciclada le da a la manta un carácter rústico y contribuye a reducir el impacto ambiental, mientras que la lana de cordero ofrece una sensación suave y cálida. El resultado es una manta que no solo es bonita y funcional, sino también una opción sostenible para su hogar. Deje que esta manta se convierta en un compañero confiable durante las noches frescas y en un elegante detalle interior que refleje su compromiso con la calidad y el medio ambiente.
La lana de cordero proviene de Nueva Zelanda. Esta lana se produce de acuerdo con un programa donde se cubre todo el proceso con sumo cuidado, desde el bienestar animal y la sostenibilidad ambiental hasta la trazabilidad, la calidad de la lana, la salud y el bienestar. Cualquier persona que suministre lana a nuestro exportador de lana debe comprometerse a cumplir con estas estrictas condiciones que garantizan el bienestar de los animales.
La lana se manipula con la mayor delicadeza posible. Se lava con detergente sin NPEO, y no se produce blanqueo con cloro. Esto significa que la lana está libre de productos químicos añadidos.
La lana es naturalmente repelente a la suciedad, por lo que a menudo es suficiente airear una manta habitualmente y lavarla solo cuando realmente es necesario.